Romance de los aviones
Hoy sentado en mi balcón
he vuelto a maravillarme
vi dos aviones a chorro
en el cielo de la tarde.
Sus largas colas de humo
blancas, como si nevase,
contrastaban con el cielo
y el celeste del paisaje.
Parecían esas colas
de novia para casarse
o dos ríos de aguas blancas
siguiendo lentos su cauce.
Los aviones semejaban
unos lápices gigantes
y el cielo un cuaderno en blanco
comenzando a emborronarse.
Caligrafía celeste
que algún ángel dibujase
con el lápiz en la mano
¡se inventa su propio viaje!
Poema del llibre Diez pájaros en mi ventana de Felipe Munita
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