dimarts, 19 d’abril del 2022

Quart microrelat del "Ara escric jo!" d'aquest Sant Jordi

Recuerda mi rosa

Hoy me he levantado perezosamente, he bostezado y me he acordado de una cosa, hoy es un día especial, no uno cualquiera, porque, ¡Es mi cumpleaños! Me he levantado de la cama, he buscado mis zapatillas y he ido directa a la cocina para que mamá y papá me felicitaran.

En la cocina no estaban, así que he ido para el comedor, no me lo podía creer, no estaban en ningún sitio. Los he llamado a los dos unas cinco veces y al final me he cansado, he pensado que lo mejor sería quedarme en casa, quizás han ido a buscar mi regalo… He desayunado, me he horneado un bizcocho yo solita, estaba tan orgullosa que se me había olvidado sacarlo a tiempo y se ha quemado un poco, pero no pasa nada. Me he cantado cumpleaños feliz a mi misma, ya que nadie lo ha hecho de momento. Ahh, por cierto, hoy es “Sant Jordi”, y cumplo 16. He estado esperando hasta las 7:30 en casa para ver si venían ya papá y mamá, pero no han aparecido.

Vivo muy cerca del instituto, allí en la puerta me he encontrado a mi amiga Inés, estaba un tanto rara. La he saludado y no me ha respondido, me he empezado a preocupar, entonces lo he intentado por segunda vez. Me ha saludado y me ha contado que no ha dormido nada ya que sus padres se están divorciando y no paran de discutir. La interrumpo un momento:

- ¡Mira Inés! Una parada, venden rosas. ¿Compramos una?

- ¡Sí! Me encantan las flores, responde

Le pregunto a la chica cuanto cuesta una y le doy dos euros a cambio de la rosa. Están abriendo la puerta del instituto, cuando suena el tono de mi móvil, voy andando hasta clase con Inés y respondo a la llamada.

- ¿Si?

- Hola, ¿Usted es Claudia López?

- Sí, ¿De parte?

- Somos la policía, queríamos informarle de que sus padres están muertos, han sido asesinados, si quiere más detalles ven a la oficina.

Estoy en clase cuando escucho esto no, no, no, no me lo puedo creer, ¿En mi cumple?

- ¿Es una broma no?

- No señorita Claudia, es verdad, pásate por la oficina cuando puedas.

Termine la llamada, la profesora de inglés ya ha empezado la clase cuando marcho por la puerta. Oigo a Inés preguntándome que donde voy. Ya he salido del instituto, el conserje también me pregunta donde voy y paso de largo. No puedo más. Tenía ganas de acabar con mi vida, nada tenía sentido, ¿Vivir sola por el resto de mi vida? Ahora mismo no quiero ni saber quien ha matado a mis padres, me dije. Solo quiero desaparecer de este mundo, me invade una sensación de rabia y tristeza a la vez. ¿Qué hago ahora?

Saco las llaves y abro el portal, llamo al ascensor y pulsó el número siete, un séptimo, está muy alto podría… Salgo del ascensor y abro la puerta de casa, me quito la chaqueta y voy directa al balcón. Dejo la rosa apoyada en la barandilla del balcón y pongo un pie encima, después el otro, me cuesta, mantener el equilibrio, pero aguanto. Me siento, miro la rosa de reojo y sonrío. Me subo de nuevo a la barandilla, dejo caer mi peso poco a poco, ya no noto los pies en la superficie, estoy cayendo y el aire choca contra mí, me impide abrir los ojos…